Estaréis de acuerdo en que no son buenos tiempos para el debate público sosegado y respetuoso.  Los medios de comunicación, casi a diario, nos ofrece ejemplos en los que se intenta manipular la opinión retorciendo los argumentos con datos falsos, porque lo que se pretende es imponer el criterio propio sin respeto a la verdad y mucho menos a los interlocutores.

Ahora es más necesario que nunca enseñar a los más jóvenes, que serán los adultos del mañana, a debatir sobre cualquier tema con respeto y argumentos contrastados, y esta es una tarea que, en buena medida, nos corresponde a los y las docentes. Debemos poner todo nuestro empeño en conseguir que nuestro alumnado aprenda a expresarse con la mayor elocuencia, preciosa palabra, que se refiere a la facultad de hablar bien, con fluidez y propiedad para convencer a quien escucha. El fin es persuadir, deleitar o conmover, en las antípodas del discurso violento y desmesurado. Pedro Salinas lo explica muy bien en El defensor: Cabe la esperanza de que cuando los hombres hablen mejor, mejor se sentirán en compañía, se entenderán más delicadamente. La lengua es siempre una potencia vinculadora, pero su energía vinculadora está en razón directa de lo bien que se hable, de la capacidad del hablante para poner en palabras propias su pensamiento y sus afectos. Solo cuando se agota la esperanza en el poder suasorio del habla, en su fuerza de convencimiento, rebrillan las armas y se inicia la violencia.

En nuestro centro nos hemos tomado esta tarea muy en serio, y este es el cuarto curso desde que nos  embarcamos en el proyecto Debates en el IES Gaia, con el que pretendemos aportar nuestro granito de arena en pos de una sociedad más tolerante y asertiva. A partir del segundo trimestre, los alumnos y alumnas, desde 1.º ESO hasta 1.º de Bachillerato, participarán en una serie de debates de competición en los que se debatirá sobre si los deberes son necesarios para la mejora del aprendizaje, si la llegada de inmigrantes supone una mejora para el país de acogida, si se debe abolir la prostitución o si se deben censurar las obras de arte por razones morales, entre otros temas.

Además, queremos anunciar que este año hemos dado un paso más, ya que hemos conseguido convencer a algunas profesoras del IES San Vicente para que se sumen a nuestro proyecto; por tanto, equipos de alumnos y alumnas de los dos centros se enfrentarán en la final de debates, que promete estar muy reñida.

Queremos terminar apelando a la sabiduría popular cuando dice aquello de que «hablando se entiende la gente», que no es más que una invitación a resolver los problemas por medio del diálogo, pues eso: hablemos.