El invierno empieza justo después de la fiesta de Todos los Santos. Así son las cosas aquí: el otoño recogía sus pertenencias, se sacudía las hojas -ya no las iba a necesitar-, las barría bajo los linderos, le arrancaba los colores a la hierba hasta que se volvía grisácea y difusa. Después todo era negro sobre blanco y la nieve caía sobre los campos labrados.
-Guía tu arado sobre los huesos de los muertos -repetí las palabras de Blake, no muy segura de que citaba correctamente el verso.
Olga Tokarczuk. Premio Nobel de Literatura 2018
Dejar una contestacion
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.