En este bosque vive un ratón, una serpiente, un zorro y una lechuza pero también hay un Grúffalo. Es un grupo en el que cada uno tiene su papel pero ha llegado una forastera: la rana…¿Cómo reaccionarán el resto de habitantes del bosque? ¿Cómo es la relación entre ellos? ¿Se podrá confiar o quizás no?

La dramatización de esta historia en el aula favorece que el alumnado interactúe, se plantee sus actitudes frente a otras personas. Permite abordar cuestiones como la incorporación de un alumno/a nuevo, la presencia de conductas agresivas e incluso utilizar la “asamblea del bosque” como un modelo de asamblea de clase.

El trabajo dramático sobre la historia de El Grúffalo es una de las actividades que se realizaron en el curso de Dublín sobre Dramatización en el aula y muestra la amplia versatilidad de esta herramienta para el aprendizaje.