Durante la semana del 25 al 29 de marzo del presente año, dos profesoras del departamento de inglés (Belén Piqueras Navarro y yo, Carmen Hoyos García), tuvimos el placer de compartir aulas en un instituto de Bucarest, el Colegiul National Gheorghe Lazar.
En esa semana tuvimos la oportunidad de observar cómo la docencia es impartida en ese país así como aprender sobre su sistema educativo. También tuvimos unos estupendos anfitriones que nos llevaron a los lugares más emblemáticos de la ciudad así como organizaron una excursión a la región de Transilvania visitando los famosos castillos de Peles y Bran y la ciudad de Brasov, convirtiendo esta estancia en una ocasión muy enriquecedora en diversos aspectos.
En nuestro periodo de observación nuestro horario se organizó entrando a clases de lenguas extranjeras (inglés y francés) de diferentes niveles y a clase de geografía e historia impartida en inglés.
De las metodologías observadas podemos destacar varias propuestas que pueden aportar frescura a nuestras clases y tratar la asignatura de inglés desde otros puntos de vista. En primer lugar puedo destacar el uso de textos literarios como fuente y recurso para la enseñanza del idioma desde cursos tempranos. La profesora Roxana utiliza una de sus horas de clase semanales con los más pequeños (7º grado, aproximadamente 1º de la ESO) para leer literatura anglosajona. En este caso, leen un fragmento de Pride and Prejudice, de Jane Austen, a través del cual el alumnado trabaja todas las competencias específicas (lee, escucha, habla analizando el contexto temporal, tema y clases sociales implicadas), así como obtiene información cultural e histórica del Reino Unido del siglo XIX. Otro profesor de inglés, Iulian, también utilizó el recurso del texto literario -el poema «If», de Rudyard Kipling- como excusa para trabajar las frases condicionales en un grupo de alumnado más mayor, y les invitó a escribir poemas utilizando el citado texto como modelo convirtiendo la clase en eminentemente práctica y de trabajo cooperativo.
Respecto a herramientas TIC, observamos que su utilización es muy similar al uso que hacemos en nuestras aulas: ordenador, proyector y altavoces. El alumnado utiliza libro en papel y no utilizan tablets o portátiles (como sí hacían en Finlandia). En el aula también utilizan aplicaciones como Kahoot o Wordwall para reforzar vocabulario u otro tipo de actividades, así como utilizan Powerpoint para realizar presentaciones. En referencia a las presentaciones, vimos unas excelentes de las diversas regiones que forman el país llevadas a cabo en la clase de Geografía e Historia en inglés. Algunas alumnas incluso vistieron el traje regional de la zona.
En Rumanía hay concursos nacionales de todas las asignaturas. El premio de estos concursos se traduce en becas o cartas de referencia para ser admitidos en institutos más importantes que después facilitarán su acceso en las universidades(donde estábamos nosotras era uno de los más importantes de Bucarest). Nos invitaron a una demostración del funcionamiento de un robot que el alumnado del centro construyó y puso en marcha, actuación que les valió uno de los premios nacionales de robótica.
Fue una semana donde disfrutamos mucho. Pudimos comprobar de primera mano como este país está dando grandes pasos en dejar atrás su imagen de país comunista y en demostrar que se está convirtiendo en un país competitivo y con futuro europeo. Así lo vimos en sus jóvenes, prácticamente bilingües en inglés y rumano, e incluso muchos con nociones de español, que gracias a las políticas de aperturismo y ver la televisión sin doblaje tienen la oportunidad de practicar estas lenguas extranjeras.