La causante de los temores más comunes puede tener la cura contra el cáncer

Científicos de la Universidad James Cook (Australia) analizan el veneno de la araña tela de embudo para comprobar si realmente puede matar a las células cancerígenas y acabar así con el cáncer.

Desde tiempos inmemoriales, el ser humano ha usado el veneno de animales como las serpientes o los alacranes para dolencias como la presión arterial o para eliminar los efectos tóxicos de toxinas.

Hace tres años, la investigadora Dipan Jan estuvo investigando con su equipo sobre los beneficios del veneno de las abejas, y descubrieron que ciertas proteínas de ese líquido se enlazan a la membrana de las células cancerosas matándolas al completo. El estudio se probó en cerdos y ratas con tumores benignos cancerosos pero el problema estuvo en poder dirigir específicamente esas proteínas a las células.

Años más tarde, se ha desarrollado un método que permite dirigir esa toxina al foco cancerígeno con éxito. Tras el fracaso con el veneno de abeja, se está intentando probar el veneno de esta curiosa araña. El experimento se ha probado en demonios de Tasmania, con tumores faciales (un cáncer contagioso que está acabando con estos animales) y de momento, el aislamiento de ciertas moléculas y exposición de las mismas al foco de cáncer está dando buenos resultados, eliminando gran parte de las células cancerígenas sin afectar a las sanas.

La proteína se introduce en el organismo y, por inercia, la misma se enmascara y oculta para que el sistema inmunitario no la elimine, sino que se dirige directamente a esas células malignas matándolas y dejando intactas a las células sanas.

Los próximos animales en probar este método serán los cerdos y las ratas con tumores cancerígenos.

Marta Paz De los Santos, 4º ESO.

Sé el primero en comentar

Dejar una contestacion