El “juego del bingo”  fue una de las primeras dinámicas de presentación que se utilizaron en la movilidad realizada en Helsinki. Se trata de una dinámica muy efectiva para romper el hielo en el aula, especialmente al comienzo del año escolar o cuando se integran nuevos estudiantes. También es una herramienta valiosa para promover la cohesión grupal y crear un ambiente de aprendizaje inclusivo. A través de esta actividad, los estudiantes pueden descubrir cosas en común con el resto, aprender sobre las experiencias de sus compañeros/as y fortalecer los lazos entre ellos/as.

Es la dinámica que he utilizado en todos los niveles de FPB, ESO y Bachillerato donde imparto docencia el primer día de clase de este curso escolar. Les ha permitido a los estudiantes conocer las aficiones, miedos, gustos, rasgos, etc. de sus compañeros más allá de aprenderse solo su nombre. La actividad, por tanto, ha servido para que los alumnos/as de cada clase se conozcan mejor y descubran habilidades y aficiones del resto.

Aquí está la actividad que he utilizado en clase junto con una breve explicación de cómo utilizarla:

Reglas del juego: Se reparte una hoja a cada estudiante que debe interactuar con sus compañeros/as para encontrar a alguien que cumpla con cada una de ellas y anotar su nombre.

Temporización: 15-20 minutos

Objetivo: Recopilar el máximo de información posible de los que van a ser compañeros/as de curso.

Reflexión en grupo: Se anima a los estudiantes a compartir algunas de las cosas interesantes que han aprendido sobre sus compañeros.

Al alumnado de todos los grupos la actividad les ha resultado muy interesante. Además, ha servido para fomentar una mayor comprensión y cohesión grupal, y también ha permitido brindar la oportunidad de destacar las similitudes y diferencias dentro del grupo. Sin duda alguna la seguiré utilizando en el aula los primeros días de clase.